Ayer se inició este festival en la localidad vecina de La Línea y Erlea, que lo conocía de entregas anteriores, me propuso ir. En general, los cortos presentados esta primera jornada, y que compiten, como todos, por un premio especial del público entre otras categorías, fueron de una gran factura técnica y artística. Yo pensaba que aquello sería más amateur, pero nada de eso: todo lo visto pasaba el baremo de lo correcto y en algunos casos rozaba la excelencia.
Entre los catorce cortos vistos ayer hubo de todo, aunque predominó el tono de comedia y humor negro, como en Cretinos, de Edu Moyano, Homónimos anónimos, de José Luis Santos, o La cuñadita, de Víctor Barrera.
Los cortometrajes que más me gustaron fueron Super Cool, de Hugo Silva y Videoclub, con Nacho Vigalondo.
Hoy tocará la segunda ronda.
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