Viendo el blog de un amigo pensé que yo antes tenía como tradición despedirme de la gente del mundillo del cine que palmaba y significaba algo para mí. Lo solía hacer en mi extinto blog Homo Insanus. Hace poco se nos fue Gene Wilder y recordé que a mi abuela le hizo mucha gracia esta escena de La mujer de rojo.
Mi abuela se reía mucho viéndolo bailar en la rejilla del metro y yo me reía de oír a mi abuela. El resto son más ocasiones en cine sacándome una sonrisa. Y no sé la de veces que he visto ya El jovencito Frankenstein. Se va una figura entrañable de la comedia norteamericana. Que descanse en paz.
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