viernes, 22 de abril de 2016

Adiós a Prince

Hoy Erlea me dijo que había leído por Whatsapp sobre su muerte. Entré en Internet para contrastarlo y... era cierto. Se nos ha ido un icono, artífice de discos preciosos, pero que además, si creciste en los años ochenta y fuiste joven en los noventa, con su presencia y sus temazos llegaba a formar parte de tu vida. 

Para mí Prince es pasar a tinta láminas de Dibujo Técnico bajo la luz de mi lámpara flexo y en los cascos gordos acolchados sonando a todo trapo el Diamonds & Pearls al completo o canciones del soundtrack de Batman. Es el Víctor feliz de los dieciocho años bailando medio borracho en la terraza del Portobello con sus amigos el Sexy MF en versión maxisingle. Es toda una primera juventud arropado por unos ritmos y unas canciones que definían lo que para mí era ser guay, ser cool. Prince era muy guay, y aunque perdiera presencia mediática con la entrada del nuevo milenio, lo seguía siendo. Ha dejado una nutrida discografía que tendré que explorar con tiempo, porque no escucho nada suyo desde el triple CD de 1996, Emancipation.

Descansa en paz, genio de la música, y gracias por todo.

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